Las grandes casamatas abrigaban cada una de ellas una pieza de artillería. las que casamatas medían aproximadamente unos 15 m de ancho, unos 12 m de largo y un poco más de media docena de metros de alto; cada alveolo exigió para su construcción cerca de 600 m cúbicos de hormigón y cerca de cuatro toneladas de armadura metálica y la cubierta del alveolo y de los muros laterales pasaban ligeramente los 2 m de ancho. Así protegidos los cañones de Longues presentaban una gran invulnerabilidad a los bombardeos aéreos. Reposando sobre una base de hormigón a fin de evitar el básculamiento de la obra en caso de explosión de un proyectil en la proximidad. Cada casamata comprendía una cámara de tiro donde estaba instalada la pieza y detrás dos pequeños locales utilizados para el almacenaje de municiones. En Longues bajo el emplazamiento del cañón una fosa servía para el almacenaje de los casquillos de los obuses. Detrás del cañón, a lo largo de los muros de sus conductos servía para la aspiración de gases nocivos acumulados en los locales después de unas salvas.

Ago 1990

Presentando una silueta muy redondeada las casamatas de Longues están disimuladas por un terraplén de tierra de una parte y de la otra de la cámara el tiro. Este terraplén jugaba el papel de absuelve la onda de choque en caso de que una explosión de un proyectil al lado de la casamata. A lo largo de la losa que cubría la casamatas los ganchos de hierro servían para sujetar las redes de camuflaje. Con un espesor de más de 2 m losa de obertura se prolonga por encima del cañón con una visera semicircular expedido en gradiente con el fin de proteger la pieza contra la caída de un proyectil. Orientados al mar los cañones de Longues tenía cada uno, un campo de tiro de cercano a 100° en el plano horizontal y de 40 grados en el plano vertical.

Las entradas efectuadas en la base de los muros laterales estaban destinadas a permitir algunos grados más el campo de tiro de la pieza hacia el extremo este y hacia el extremo oeste. En 1944 en las proximidades de las casamatas según encontraban numerosos abrigos subterráneos que servían como alojamiento de los artilleros y de almacenamiento de las municiones. El conjunto el sitio estaba defendido por ametralladoras, torres de viejos carros emplazados sobre base de hormigón y por campos de minas y alambres de espino. Cada batería constituía de esta manera un verdadero campo atrincherado en el borde del acantilado.

Interior de la Batería

Nov 1999

Situada en el corazón del futuro sector de desembarcó podía disparar sobre la aproximación de la futura playa de asalto británica de Gold (Asnelles) así como sobre la playa americana de Omaha (Colleville-Saint-Laurent); la batería de Longues provista de cañones modernos debía ser neutralizada antes del 6 de junio. Con esta intención el comandante aliado decidió proceder a un bombardeo aéreo de la posición de artillería alemana en las semanas precedentes al desembarco.

Los más violentos bombardeos se desarrollaron el 28 de mayo y el 3 de junio de 1944. La batería recibió 1500 bombas algunas cercanas a los 2.000 kg capaces de provocar un cráter de más de 7 m de profundidad. Gracias a su cubierta de 2 m de espesor las casamatas resistieron bien a esta avalancha que dañó los cables de transmisión enterrados que unían el puesto de comandante y los bloques de tiro. En la noche del 5 al 6 de junio entre medianoche y la aurora cerca de 1200 bombarderos pesados de la RAF dejaron caer 6000 toneladas de ingenios explosivos sobre las diez baterías más molestes del futuro sector del desembarco. Al alba 1400 bombarderos medianos y ligeros de la U. S. Air Forces tomaron el relevo y atacaron por segunda vez en espacio de unas horas las diez mismas baterías. Los resultados de estos bombardeos fueron desiguales debido a una cierta imprecisión debido a una capa de nubes. Es seguro que las posiciones de artillería habían sido profundamente trastornados por la creación de numerosos cientos de cráteres y que las guarniciones alemanas encerradas en los bunkers habían visto bajar su moral bajo este terrible diluvio. La batería de Longues fue bombardeada por 124 aparatos que dejaron caer sobre la posición más de 600 toneladas de bombas, tantas como sobre la Point du Hoc. De todas formas la mañana del 6 de junio los cuatro cañones estaban intactos.